El cambio climático y sus efectos catastróficos se señalan como la fuente de mayor riesgo global de los próximos años. Según el informe del World Economic Forum, la ocurrencia de eventos climáticos extremos y los desastres naturales se consideran las dos fuentes de riesgos más importantes para los próximos años, tanto por la probabilidad de que sucedan como por los daños y pérdidas que pueden causar. Las pérdidas económicas y humanas causadas por incendios, inundaciones, tornados, temperaturas extremas, entre otras, marcan cada año, un nuevo récord histórico. La industria aseguradora es una de las que más directamente sufre los efectos por el aumento exponencial de los factores de riesgo a largo plazo.
Es por ello que el sector asegurador, globalmente, promueve que el cambio climático esté en el centro de las estrategias de negocio de las compañías de seguro, impulsando una transición hacia una economía con fuerte reducción de emisión en carbono.
El sector forestal es un protagonista clave en este desafío. Por un lado, el cambio de uso de suelo y degradación de los bosques nativos contribuye con un 12% a la emisión de carbono mundial. Por otro lado, según FAO, la forestación posee el potencial de absorber un décimo de las emisiones mundiales de carbono previstas para la primera mitad de este siglo en sus biomasas, suelos y productos.