- La entidad ha ampliado este año a 10 millones de euros su presupuesto extraordinario en Latinoamérica.
- En Argentina, pondrá en marcha la Caja Alimentaria Fundación MAPFRE.
- Apoyará a mujeres en situación de vulnerabilidad.
- Llevará a cabo un programa de acompañamiento educativo.
- Integrará laboralmente a personas con discapacidad visual.
Fundación MAPFRE con motivo del agravamiento de la crisis sociosanitaria provocada por el COVID-19 ha destinado un presupuesto extraordinario para Latinoamérica de 10 millones de euros con el objetivo de hacer frente a esta situación durante 2021.
Con esta cantidad, la entidad quiere poner marcha un total de 47 proyectos en el conjunto de la región, con los que espera ayudar a unas 168.000 personas.
En Argentina las actividades que llevará a cabo la entidad están dirigidas a reducir la desnutrición y la exclusión social, así como a promover la empleabilidad y la educación que se desarrollarán en colaboración con distintas de entidades sociales y los voluntarios de la Fundación.
Garantizar la alimentación básica y nutrición
La pandemia de Covid-19 supondrá una crisis alimentaria sin precedentes que afectará a más de 85 millones de niños en Latinoamérica, según la FAO. Fundación MAPFRE quiere contribuir a paliar esta crisis mediante la distribución de suplementos nutricionales para garantizar los niveles básicos de nutrientes en bebes y niños hasta 5 años.
En Argentina, esta ayuda se realizará en colaboración la Fundación CONIN y se entregará a los beneficiarios quincenalmente durante 3 meses utilizando una bolsa alimentaria donde se incluirán materiales educativos infantiles. Con este proyecto se espera llegar a casi 1.300 niños desnutridos.
Enseñar a las mujeres a emprender
Fundación MAPFRE también contribuirá a la recuperación económica de mujeres en situación de vulnerabilidad y cuya situación económica ha sido especialmente afectada por la pandemia. Para ello, en colaboración con el Centro Comunitario Jesús María de la Asociación Pro-Cultura F.C de Jesús María, ayudará a estas mujeres para que puedan generar un ingreso genuino y puedan contribuir con la económica familiar.
Acompañamiento educativo
La Fundación también afronta el desafío de educar en Latinoamérica durante la pandemia. Para ello, en Argentina ampliará el número de tutores y voluntarios para llevar a cabo un programa de acompañamiento educativo y adquirirá materiales y recursos educativos que permitan impartir las clases a los niños.
Esta acción se realiza en colaboración con la Fundación Uniendo Caminos.
Inserción laboral de personas con discapacidad visual
Integrar laboralmente a personas con cualquier tipo de discapacidad es otro de los objetivos que se ha marcado la Fundación en 2021. Estas personas, entre las más afectadas por la pandemia en Latinoamérica, viven en lugares donde apenas existen programas sociales que les ayuden. En Argentina, y en colaboración con la Fundación FOAL, impartirá un curso de formación de tres meses de duración para personas con discapacidad visual, ofrecerá ocho becas de prácticas laborales en empresas locales para contribuir a su integración laboral y adaptará los puestos de trabajo de las personas que realicen las prácticas.
Equipamiento Hospital General de agudos José María Penna
Fundación MAPFRE, en colaboración con COAS, donará 9 camas eléctricas para pacientes ingresados con diagnostico COVID-19 en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital General de agudos José María Penna.
Antonio Huertas: “No hay quien detenga a la solidaridad”
“Tenemos la esperanza de que las cosas cambien y lo hagan para mejor. Ninguna pandemia nos va a hacer renunciar a nuestro compromiso con el progreso social”, ha destacado recientemente Antonio Huertas, presidente de Fundación MAPFRE, quien se ha referido a esta dotación extraordinaria, 45 millones de euros en dos años, como un “plan encaminado a salvar todas las vidas posibles y proteger a los más expuestos socialmente, a los que luchan contra el coronavirus en primera línea”. Ha recordado, además, que Fundación, que en 2020 ha vivido “el mayor desafío” de sus 45 años de vida, también está apoyando la investigación y contribuyendo a evitar que las consecuencias sociales de la enfermedad multipliquen la pobreza y la desigualdad, y todo ello con la ayuda de sus voluntarios, que volverán a ayudarles en este empeño. “Cuando la solidaridad se pone en marcha no hay quien la detenga”, ha señalado.