“En caso de que un accidente ocurriera al animal, la familia dispone de los medios necesarios para hacer frente a cualquier tipo de intervención por parte de un médico veterinario. Incluso, puede realizar aquellos estudios indispensables para que el profesional pueda obtener un diagnóstico más certero”, explica Sebastián Groppa, Jefe de Suscripción de Seguros Generales de MAPFRE, quien agrega que “también ante la lamentable pérdida de la mascota, la familia puede obtener una indemnización para adoptar otro cachorro”.

Concretamente, la cobertura asegura, anualmente, al animal cuando su edad se encuentra comprendida entre los 3 meses y los 9 años de edad, y tiene como objetivo cubrir a los perros y gatos de los siguientes riesgos:

• Gastos de asistencia veterinaria por accidente
• Robo
• Extravío
• Sacrificio necesario y eliminación del cadáver
• Responsabilidad Civil
• Estadía en Residencia (cuando el tomador de la Póliza sea hospitalizado).