Factores de riesgo: El alcohol al volante

en

Durante el 2021 se registraron cerca de 3.700 fallecimientos en accidentes viales en el territorio argentino, según la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV). La tasa de mortalidad en Argentina por accidentes viales sigue siendo tan alta, que 20 personas por día han perdido la vida en promedio en los últimos 25 años. Y si bien las campañas de Educación Vial han permitido que esa cifra baje levemente en los últimos dos años, llegando a 19 por día en 2019 y a 14 en 2020, la reducción del año pasado fue debido a la baja de la movilidad provocada por la pandemia de COVID-19, y no porque la causa haya mostrado una evolución favorable.

La mayoría de los accidentes son provocados por distracciones, conductores imprudentes y la ingesta de alcohol y psicofármacos. La actual Ley de Tránsito 24.449 establece para cualquier tipo de vehículos una tolerancia de hasta 500 miligramos (0,5) de alcohol por litro de sangre. Mientras que, para motocicletas o ciclomotores,  la tolerancia es de 200 miligramos (02). En tanto, esa misma ley determina que para transporte de pasajeros de menores y de carga, está prohibido cualquiera sea la concentración por litro de sangre.

En octubre del 2021 se comenzó a dar el debate en diputados sobre la tolerancia de alcohol 0 al volante. Si bien varios municipios y provincias ya contaban con esta reglamentación, ahora se debate su extensión a todo el territorio nacional.

¿Qué alteraciones produce el alcohol al volante?
Según un informe de Luchemos por la Vida, el alcohol está implicado en el 50% de los accidentes de tránsito que provocan muertes o incapacidades definitivas. En algunos países, en ciertas franjas etarias (adolescencia y primera juventud) este porcentaje se eleva hasta el 65%.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) remarca que la ingesta del alcohol en los conductores aumenta la probabilidad de protagonizar un siniestro vial con consecuencias graves y/o fatales dado que produce efectos negativos sobre la visión, la coordinación y la atención en el camino, provocando un estado irreal de euforia y seguridad en sí mismo. La organización menciona que las lesiones causadas por el tránsito son consideradas una epidemia y afecta principalmente a niños y jóvenes de entre 5 y 29 años, y es la primera causa de muerte en esta franja etaria. Con un promedio de 0,3 gramos de alcohol/litro se reducen en un 10% los reflejos y hasta en un 17% la capacidad de maniobra fina.

En lo referido a la función psicomotora, se altera el tiempo de reacción del conductor, el cual normalmente es de 0,75 segundos. También la funcionalidad corporal, como la frecuencia cardíaca, la respiración y el sueño. Finalmente, y de acuerdo con la cantidad ingerida, el alcohol puede provocar alteraciones del comportamiento y de la conducta. Aumenta la agresividad y la euforia, mientras disminuye la concentración. Además, se produce una sensación de somnolencia que reduce la percepción del riesgo.

La tecnología como aliada de la seguridad vial
A la hora de conducir, muchos  conductores son responsables frente al volante, pero  en ciertas oportunidades se pueden encontrar con personas imprudentes que conducen alcoholizadas. Frente a eso, ITURAN desarrolló su servicio ITURAN EMERGENCIA, que, además de brindar el recupero del vehículo ante un robo,  brinda asistencia al conductor y a los acompañantes las 24 hs. los 365 días del año ante un accidente, mediante el envío de fuerzas de seguridad y de salud (policía, bomberos y ambulancias).
Al detectar automáticamente un choque de relevancia o al recibir el llamado del cliente al Centro de Comando y Control de la empresa, inmediatamente se desplaza personal especializado a la zona. Por otro lado, su APP permite realizar llamadas de emergencia directas desde el celular, la visualización de la ubicación en tiempo real, y el historial de recorrido, activar alertas de velocidad y de zonas seguras y recibir alertas en el caso de desconexión de la batería.