Manejar de noche puede ser muy riesgoso si no se toman los recaudos necesarios para evitar accidentes. Uno de los elementos clave de seguridad para el automóvil son las luces. Según un informe de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), solo el 44% del parque automotor posee luces reglamentarias.
La importancia de las luces, sobre todo a la hora de salir a la ruta, radica en que los autos que circulan sin luces reglamentarias pueden generar ceguera temporal en los conductores que vienen de frente, aumentando la posibilidad de siniestros. El 90 % de la información que llega al conductor se hace a través del campo visual y, en caso de encandilamiento, se tarda 30 segundos en recuperar la vista nuevamente, 30 segundos que pueden ser fatales.
Hay casos, en que algunos conductores le realizan modificaciones al auto incorporándole luces de neón, que también están prohibidas porque generan encandilamiento, lo cual aumenta la inseguridad. Al reemplazar las lámparas de una óptica halógena por una lámpara de neón se están cambiando las condiciones de originalidad del vehículo y su seguridad, lo cual está prohibido por la legislación vigente.
Desde hace un año, se cambió la legislación y los 0km deberán incorporar el dispositivo de DRL, que permite el encendido automático de luces bajas o luces diurnas DRL al momento que el motor se pone en marcha.