Los Productores se capacitaron en Neuroventas en Seguros

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“En el mundo de las ventas, el que maneja las emociones logra alcanzar una mayor rentabilidad, y eso significa trabajar más en uno mismo que en el propio cliente”, señaló Quintana, quien se detuvo en cada una de las zonas de “realidad emocional”: la zona de confort, la de los miedos, la zona de aprendizaje y, por último, la de crecimiento.

“En el actual contexto de cambios, los PAS deben dejar la zona de confort, atravesar la zona de miedos y alcanzar la zona de aprendizaje, que requiere sacarse palabras de la boca tales como “no puedo” o “no es para mí”, redireccionando la energía que gastamos en cosas negativas en cosas positivas”, sostuvo al respecto, explicando que las experiencias vividas son las que marcan cómo nos posicionamos ante ese desafío.

Tal como comentó, la zona de crecimiento es el “norte” al que debe apuntar el Productor, siendo el lugar de la eficiencia, de productividad en ventas y de explotación al máximo de las relaciones personales. “Requiere establecer metas nuevas y conquistar esos objetivos”, agregó.

Haciendo una analogía con el “principio de Pareto”, Quintana comentó que hay un 20% de las cosas que no dependen de uno, sino del contexto y sus circunstancias, pero un 80% pasan por uno. “Con inteligencia emocional se toma lo más positivo de eso y se aprende a leer ese 20% ajeno para poder aprovecharlo o minimizar su impacto negativo”, describió.

A su juicio, el miedo es como el colesterol: hay uno bueno y otro malo. “Hay que trabajar sobre el bueno, salir de la zona de miedo que nos provoca la incertidumbre, y saber que a través de la capacitación, la profesionalización y entrenar la mente y las emociones, llegaremos a la zona de aprendizaje que es donde están las oportunidades para el crecimiento”, cerró.