AFIANZADORA TOMA GARANTÍAS DE ALQUILER

en

Uno de los productos tradicionales (ortodoxos) del ramo “seguros de caución” que más creció en los últimos años fue el seguro de caución de alquiler. Una garantía que sin dudas es la más conveniente y sólida para todas las partes de un contrato de locación. Con el pasar del tiempo, fue ganando su lugar a fuerza de inmediatez en el pago, docencia, campañas y un apoyo institucional tanto de la SSN como de organismos gubernamentales como el Instituto de Vivienda de CABA. 

Dadas las infinitas ventajas de este seguro versus la acostumbrada “propiedad como garantía”, el mercado inmobiliario comenzó lentamente a adoptar este instrumento. Su principal atractivo reside en su liquidez inmediata, emitida por compañías que se encuentran bajo un estricto control de solvencia por parte de su organismo de contralor (SSN). Este nicho de negocio hoy representa alrededor del 6% del primaje del mercado, ostentando más de 400 millones de primas durante el 2019 y en franco ascenso. 

Un mercado de crédito hipotecario cerrado, una situación económica compleja y un efecto sociológico de “Inquilinización” pronostican buena salud para este producto. Cada vez contempla nuevos ítems de cobertura y, a nivel cualitativo, va ganando la ridícula batalla contra la garantía de propiedad, que nunca debió existir. 

Actualmente se calcula que, solo en CABA, los inquilinos representan el 35% de los hogares (400.000) y esa tendencia sigue en aumento. Según datos del informe del Observatorio Gente en Movimiento, en la ciudad 1 de cada 2 inquilinos presenta algún inconveniente para hacer frente al pago del alquiler en este contexto de pandemia, lo cual proyecta un aumento en las reclamaciones de este segmento del negocio caucionero. Como en todo contrato, la buena fe de las partes debe primar en esta inesperada situación, donde las garantías estarán atentas para superar este hecho excepcional que nos desafía en todo sentido.