Quinquenio del Seguro de Caución en Argentina

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El carácter volátil de la Argentina se manifiesta claramente haciendo un breve racconto del mercado argentino de caución de los últimos 5 ejercicios (2018-2021).  El primer contraste surge de las puntas nominales, donde un tamaño total de $3.000 millones de pesos de primas del ejercicio 2016-2017, se contrapone con la exorbitante suma de $13.600 millones del pandémico cierre 2020-2021. 

A simple vista, y sin entrar en las particularidades únicas de la economía local, el contundente avance del nicho caucionero en pesos argentinos parecería irreprochable (+355%). La alegría se convierte inmediatamente en interrogante cuando la unidad de medida corriente, el peso argentino, se encuentra entre las monedas más golpeadas (devaluadas) del mundo. Si hacemos la misma muestra en unidades monetarias constantes (valores comparables de distintos tiempos) vemos otra historia completamente distinta. 

Sin dudas, un peso argentino extremadamente debilitado atenta sobre las posibilidades genuinas de un negocio que se mueve al calor de los desbarajustes macroeconómicos. Los 16 pesos argentinos que se necesitaban para comprar un dólar americano en el 2017, hoy son algo más de 105 pesos en un mercado intervenido (casi el doble en el libre) lo cual refleja una realidad que requerirá de fuerte consenso y coraje político para encararlo. 

La composición del gasto público cada vez más inelástico y por encima de las posibilidades recaudatorias (déficit); la masa crítica de aportantes más pequeña y presionada parecen hacer inmanejable una ecuación que hace rato no cierra y que se financia con más inflación (emisión) y pobreza. Luego de las reñidas elecciones, los seguros de caución seguirán acompañando el gasto público como principal materia prima de sus emisiones, aguardando el aporte de la inversión privada que se hace desear, la cual demanda una macro más estable y un mayor repunte del consumo reinante.